Guatemala posee una legislación para las telecomunicaciones bastante abierta y liberal, que favorece que la competencia marque el desarrollo de la oferta de servicios. Esto ha redundado en una densidad móvil, para el año 2011, de 141 líneas móviles en servicio por cada cien personas, mientras que la penetración de los servicios de telefonía móvil alcanzó 20,7 millones de líneas móviles, lo cual representa un crecimiento de 554% en el período 2004-2011.
El ecosistema en el país es bastante favorable para la implementación de servicios financieros móviles (SFM), dado que se cuenta, desde noviembre del año 2011, con una norma específica para la prestación de estos servicios, emitida por la Superintendencia de Bancos (SIB). Esta norma fue elaborada sin la participación de los operadores de telefonía móvil. Una barrera en la ley para la prestación de SFM es la obligatoriedad de abrir una cuenta bancaria para los posibles usuarios. Sin embargo, esta condición es defendida con el argumento de que de esta manera, la red de protección de ahorros alcanzará a dichos usuarios.