El presente ensayo propone analizar, en el marco del bicentenario de la independencia de México y Centroamérica (1821-2021), cómo la composición musical y el diseño sonoro son utilizados como herramientas publicitarias para popularizar el imaginario que los grupos hegemónicos consideran pertinentes para cada nación. En su momento requirieron de la invención de la “música nacional”, ahora necesitan “audio branding” para la “marca país” que promocionan en el mercado empresarial transnacional. El análisis propuesto se realizará a partir de los estudios sonoros decoloniales, eligiendo obras costarricenses que conservan testimonios con el fin de examinar las contradicciones de los ideales nacionalistas, así como sus repercusiones en la vida cotidiana.